Desde que ha vuelto con su ex novio Daough Reinhardt, nada es lo que era. Sin ir más lejos, el otro día declaró al diario The Sun lo siguiente: “Trabajo muchísimo. Tengo que despertarme a las seis de la mañana todos los días, así que no me queda mucho tiempo para salir de fiesta como lo hacía antes”. “Salí la otra noche. Fue inhumano. Todo lleno de gente pija, cursi y aburrida. No me lo pasé bien”.” En Las Vegas sí que me divierto siempre”. No hay por donde agarrarlo, parecer vivir en un complot contra su alter ego.
Lo más gordo es que prefiere pasarse las noches en casa platicando con el difunto Michael Jackson, quien, según ella, la llena de un par de paz y espiritualidad.
No sabemos qué se inyectará Paris en vena, ni en qué trabajará, ni en qué invertirá sus noches, pero lo que sí está claro es que quiere sacar tajada de la recesión económica mundial y tener un extra en su cuenta bancaria con este nuevo personaje que quiere vendernos.
La casa de Shiva!
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